Ataraxia laboral
Estaba yo currando, he ido a sacarme un café y al pasar por el sitio de la persona de gran cabeza, le he preguntado cordialmente "¿qué, te tomas un café?", dando asi a entender que el desembolso necesario para el disfrute cafetero correría exclusivamente de mi bolsillo, y que él únicamente debería corresponder ese amistoso gesto con el relato de una o varias chorradas. Y no te jode que el tío me dice que la máquina está estropeada... es que estamos todo el día igual, no pasa semana sin que se estropee, esto clama al cielo y cientos, casi miles de frases quejicas han pasado por mi cabeza en ese terrible instante. Pasado el primer momento de estupor y rabia, he caído en la cuenta que para qué protestar al aire cuando dispongo de un flamante blog en el que mis quejas y angustias vitales pueden quedar para la posteridad en un bonito formato Verdana 8px.
Pero no adelantemos acontecimientos, sí, he pensado eso de publicar los hechos tal como sucedieron en el blog dando asi salida a mi justificada ira, pero antes he aprovechado que ya estaba levantado para beber un vaso de agua del aparato del que sale agua fría.
Después de haber cambiado el café au lait por un par de tragos de agua, ya es cuando me he sentado en mi sitio, he sacado del cajón un chicle Orbit Hierbabuena (dientes sanos, placer duradero) y me he puesto a desfogarme como es debido, escribiendo un post vengativo y rencoroso. Cojones ya con la puta máquina. Entonces ha sido cuando ha pasado la del culo, estoy segurísimo de no haber hablado nunca de ella en este blog. La del culo es una tía que cada vez que pasa hay que mirarla. No es que sea una normativa o regla empresarial lo de que hay que mirarla, es que suele ir con escote y tiene buen culo. La cara pues eso, no es ni guapa ni fea, asi que se queda en un punto intermedio en el que la rotundez de su ojal y el saleroso ángulo de su curva escotal suben la media hasta el punto de que, oye, es que da gusto verla pasar. Dejo para otro día ese defecto que tiene y del que no se ha dado cuenta nadie más, ahora me voy a fumar aunque sin haber tomado un café antes, mierda.
Pero no adelantemos acontecimientos, sí, he pensado eso de publicar los hechos tal como sucedieron en el blog dando asi salida a mi justificada ira, pero antes he aprovechado que ya estaba levantado para beber un vaso de agua del aparato del que sale agua fría.
Después de haber cambiado el café au lait por un par de tragos de agua, ya es cuando me he sentado en mi sitio, he sacado del cajón un chicle Orbit Hierbabuena (dientes sanos, placer duradero) y me he puesto a desfogarme como es debido, escribiendo un post vengativo y rencoroso. Cojones ya con la puta máquina. Entonces ha sido cuando ha pasado la del culo, estoy segurísimo de no haber hablado nunca de ella en este blog. La del culo es una tía que cada vez que pasa hay que mirarla. No es que sea una normativa o regla empresarial lo de que hay que mirarla, es que suele ir con escote y tiene buen culo. La cara pues eso, no es ni guapa ni fea, asi que se queda en un punto intermedio en el que la rotundez de su ojal y el saleroso ángulo de su curva escotal suben la media hasta el punto de que, oye, es que da gusto verla pasar. Dejo para otro día ese defecto que tiene y del que no se ha dado cuenta nadie más, ahora me voy a fumar aunque sin haber tomado un café antes, mierda.
2 comentarios:
¡Eh! ¡Su abandono era una engañifa! Un truco de prestidigitación, una cortina de humo.
Motivo de alegría, en cualquier caso.
está todo documentado, no ha sido un truco, es un renacer de las puras cenizas, un risorggimento asnal
saludos
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