Señal y ruido

El otro día leyendo esto, dediqué medio segundo a reflexionar si este espacio postal debe considerarse señal o ruido. Evidentemente, soy de la opinión que este blog es una de las más puras formas de información de la galaxia, una señal armónica total, pero tengo que reconocer que la idea es interesante y me propongo desarrollarla de manera harto comprensible. Que te digan que tienes que elegir entre ser señal o ruido, so pena de un severo castigo verse obligado a elegir entre ambos bandos. Evaluar la situación y decidir entre hacer trizas a aquellos que tan hoscamente a elegir te obligan, o temeroso de derramar sangre inocente ceder a su extraña petición. Momento tenso y los músculos igual, cuidao que corra el aire malditos bastardos, dejadme pensar un momento. Ni pensar ni hostias, mi acero está sediento, zas, estocada en los hígados, ffsss, corte profundo en la garganta, asi hasta acabar con todos y cuando solo quede el desarmado jefe de cicatriz en el ojo izquierdo, decirle: ¿por qué?, ¿por qué?, ¿qué sentido tiene todo esto?, ¿por qué tenemos que ser enemigos?, y que el tío antes de contestar intente atravesarte con su daga, se tropiece, y se caiga ocho metros justo encima de una columna de hormigón en construcción, con cinco o seis varillas de esas de acero oxidado firmemente clavadas en el tórax, y que de su mano ya muerta se deslice un lápiz usb.

Y estudiando la información flashificada, flipar, flipar en colores con los datos ahí colocados y que la Providencia ha puesto a tu disposición: los responsables del apocalipsis porky, los que decidieron llamar a la tortura "técnicas mejoradas de interrogatorio" y los teléfonos de sus santas madres, el porqué del afeitado de bigote de aznar, el final de Perdidos, la grabación no autorizada de teddy bautista bajándose una peli porno con el emule, los datos laborales y de cotización a la seguridad social del príncipe asturiano, el cuando, el donde, el esto y lo otro de la gran mayoría de misterios de este mundo de diox. Todos esos datos y muchos otros más. Todo sobre prácticamente todo. Todo, menos cual es exactamente la diferencia entre señal y ruido, donde se halla la frontera que divide esos dos territorios y si hay una tierra de nadie, un lugar hasta ahora inexplorado en el que mujeres de suavísimo ojal y hombres muy feos pero cuya divisa es el honor, escriben y publican textos que nos enseñan que lo importante no es el dinero que con esto se gana -que por supuesto bienvenido sea-, sino la emisión de una muy clara señal, el ejercicio de una actividad postal con la que se intenta impedir el tener que pronunciar la más terrible de las frases: "joder, cómo me aburro".