Esfuerzo cultural
La morfología verbal a diferencia de la nominal usa un gran número de morfemas prefijos o clíticos que indican, sujeto, objeto, direccional, marca reflexiva. El número se indica además de mediante prefijo de persona mediante sufijos variados, igualmente el tiempo y el modo se indica mediante sufijos. La raíz verbal cambia de forma para indicar aspecto e incluye gran número de sufijos derivativos para indicar causativos, benefactivos o transitivizadores.
No es la primera vez, ni será la última, que uso un artículo wikipédico como culta referencia para uno de mis excelsos post. Aunque el párrafo copiapegado es autoexplicativo por si mismo, sería un ingenuo si intentara hacer caso omiso a mi humilde pero muy sensual naturaleza asnal. No tengo ni idea de cómo llegué al artículo tan hábilmente enlazado pero su lectura me encandiló totalmente, provocando en mi persona un repentino episodio de curiosidad lingüística de tal virulencia, que no he podido evitar complementar mi intensa actividad bloguera con la elaboración postal de un texto que complemente perfectamente lo ya enlazado.
La conjugación verbal se caracteriza por ser de una extraordinaria simplicidad al usarse en todos los casos y tiempos verbales un eficaz infinitivo tarzánico. El número depende de la cantidad, esto es, los reflexivos suelen indicar reflexión si el prefijo es modal, pero todo lo contrario si hay la más mínima evidencia de estar ante un benefactivo impetuoso. La raíz verbal es por tanto inmutable pero a la vez rica en diptongos, que suelen denotar y ser causa de una benéfica transistorización.
8 comentarios:
Que nadie intente ver en este post un intento de escarnio o mofa hacia el bello idioma náhuatl. El mismo nombre ya es que mola. En todo caso, debéis verlo como una crítica muy autorizada hacia un hecho del que probablemente no os hayáis dado ni cuenta: la creciente dificultad de saber todo sobre todo.
Y para rematar este esclarecedor comentario, vuelvo a copiar otro párrafo del mismo artículo wikipédico para tener una mejor visión de conjunto sobre el presente tema postal. Por favor, que nadie diga que no es bonito.
El náhuatl pertenece a la familia yuto-nahua (yuto-azteca) y, junto con extinto pochuteco y el pipil, forma el grupo aztecoide de dicha familia de lenguas. Dentro de la familia yuto-azteca el grupo aztecoide es especialmente cercano al grupo corachol (cora, huichol), formado por lenguas situadas al noroeste del foco de origen del náhuatl. El parentesco es algo más distante con el grupo tepimano (pápago, tepehuán) y el grupo taracahita.
Esto demuestra una vez, no solo su total armonía para expresar tan intensos y profundos pensamientos asnales sino que, además, nos muestra la belleza de todo un sistema lingüístico, un idioma tan rico, que solo de pensarlo se me abren las carnes, dandome ganas de arrancarme los párpados. A la mula le ha dado por dar coces con tan inusitado placer. Leerle es solo comparable a escuchar y ver a ese dechado de virtudes linguísticas que es nuestro querido Rajoy, shhhhhhh. Se despide de usted haciendo genuflexiones la mula Francis y yo misma
jeje, ¿de verdad te ha gustado, Frances?, ¿no es demasiado asnal?, en fin, no te genuflexes por mi que me dan ganas de empezar con los subjuntivos, no digo más
Es una obligación moral el no permitir que algo llamado Idioma Pipil se extinga
¡ERUDITO!
Folken: que un idioma se llame pipil es bonito (aunque no puedo evitar recordar islandia y su bacalao), pero las palabras bonitas son muy comunes siendo de un grupo aztecoide
Pustular: precisamente lo que intento dejar claro es mi falta de erudición, por más que me esfuerzo no entiendo nada de náhuatl
Me deja usted perpleja. Pero de que coño está usted hablando¡¡¡ Mire, yo bastante tengo con entender los gruñidos de mis cerdos¡¡¡ Santo dios¡¡ con lo complicado que es entender a los vascos y usted hablando del nujatueiol ese o como se diga. Y por cierto, el bacalao al pilpil deberían hacerlo patrimonio de la humanidad. No digo más¡¡ saludos de mis puercos
Salustiana si yo te entiendo, pero el caso es que ahora ya no se te va a olvidar que el náhuatl pertenece a la familia yuto-nahua
y tú sí que eres Patrimonio de la Humanidad
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