jueves, 29 de enero de 2015

Datos personales

Después de una semana inmerso en marrones laborales de lo más variado que he solucionado de manera muy satisfactoria (no digo más que una persona me ha dicho “muy bien” y otra incluso “muchas gracias, tío”), me dispongo a dejar constancia postal de que esta semana, que empezó como una auténtica semana de mierda, tiene toda la pinta de que puede acabar como una semana gloriosa, si entendemos gloriosa en su acepción más asnal. Por otra parte, ayer estuve en territorio lacustre y una gorda insistió, dos veces, en que me invitaba a café y más tarde tuve que preguntar a un colega “¿oye, y esta como se llama?”, para ver si, oyendo su nombre, encontraba una explicación a su insistencia cafetera, la verdad es que sí la conocía pero como se ha cambiado el peinado o se ha hecho algo en el pelo en ese momento no caí, cosas que pasan. Y para acabar este post tan personal, mencionar que el capítulo 3x09 de los hijos me da error de reproducción, y la pereza que me produce conseguir un torrente alternativo es solo comparable al calor que tengo últimamente, por mucho frío que haga o tengan los demás, creo que estoy malito de enfermito o camino de ello.

Fin de los datos personales

jueves, 22 de enero de 2015

Listado de anchoas

Quisiera escribir sobre los hechos acontecidos mientras todavía están frescos en mi memoria y no alterados por el tiempo u otras experiencias. Escribiré sobre algo que me pasó a mi hace muy poco, que me ocurrió realmente, y que debe interpretarse exactamente tal cual me dispongo a narrar en toda su crudeza. Aviso que a partir de aquí, lo mejor es que dejéis de leer si sois personas fácilmente impresionables, yo me limito a exponer lo que sucedió y que cada uno saque sus propias conclusiones.

Repito que es algo real, insisto en ello, lo pongo en negrita más abajo para dejarlo claro

El caso es que monto en el ascensor y entra una pareja, mis vecinos de arriba, yo saludo amablemente, ellos me responden, yo miro hacia ese lugar indefinido al que se mira en un ascensor cuando no te apetece establecer comunicación ni verbal ni de otro tipo, entonces va la tía, y con una voz sorprendentemente dulce para la cara que tiene, va y le dice a su pareja estas acojonantes y misteriosas palabras literales:

--lo que hay que hacer es pedir un listado de anchoas a ver cuantas salen, y también uno de atún

Y así fue como me enteré que, por absurdo que parezca, es muy posible que exista la expresión “listado de anchoas”, dejemos el tema atún a un lado pero un “listado de anchoas” es algo que dispara mi imaginación, columnas y más columnas de datos sobre las anchoas, nº de identificación, origen, datos anchométricos, textura, grado de salinidad de la anchoa, tipo, ¿es anchoa bouquet?, ¿es anchoa de la barata?, ¿es en vinagreta con cebollita?, ¿tiene pelos?, ¿aparte de los datos anteriores, constituye una singularidad en si misma cada anchoa del listado?, ¿por qué?... y eso, datos y más datos sobre las putas anchoas hasta formar o conseguir, lo que se puede llamar con toda propiedad, un listado de anchoas.

martes, 20 de enero de 2015

Unidad 26. Momento empático

--para, para... quieto ahí, dale patrás, ahí, dale al pause
--...
--a ver, ¿ves algo raro en esta escena?
--...pues no, unos zombis hambrientos, un tío con una ametralladora, un...
--¿qué tipo de ametralladora?
--una m4
--bien, sigue, ¿qué más ves?
--bueno... un zombi es un soldado, igual lleva munición y...
--el de al lado
--... ah sí, es el que se murió hace dos capítulos, míralo ahora, es un zombi
--ese mismo, ¿te acuerdas que era el novio de la hermana del que tiene la ametralladora?
--sí, es verdad
--bueno, qué piensas tú que debería hacer el tío de la m4, ahora que ha visto al que era su amigo ahí, convertido en zombi
--ráfagas cortas a la cabeza, primero al que era su amigo, después a esos dos que no están muy podridos, y después por patas para ahorrar munición
--MUY BIEN !!!
--jeje
--... sí, pero ten en cuenta que era tu amigo, ¿no dudarías un poco antes de disparar?
--no, ahora es un zombi, tiro a la cabeza
--...bueno sí, pero eres pequeño todavía, que sepas que puedes dudar un poco si quieres antes de disparar, nadie te va a decir nada, además...
--está muerto padre, muerto y convertido en zombi, ya no es el que era, solo su envoltorio
--ya, pero que eso, que puede pasar que empieces a dudar y...
--si dudas acabas como los demás, me lo has dicho siempre
--... y es verdad, pero la lección antizombi de hoy va sobre la empatía, el ponerte en el lugar de los demás en una situación complicada para ver qué harías tú
--... está muerto, y un abrazo no le voy a dar, ráfagas cortas
--...
--y después salir por patas
--...
--¿pasa algo?, ¿no es la respuesta correcta?
--sí, sí que es, pero no sé... de repente me pregunto si es correcto darte formación antizombi desde tan pequeño, igual estoy haciendo mal y...
--...
--atención ahora, me voy a levantar y me pondré a mirar por la ventana con esa foto tuya de cuando eras bebé, atento a mi expresión facial, a mi lenguaje corporal, y no te olvides del contexto
--...
--...
--no le des más vueltas padre, la formación antizombi no es mala para mi desarrollo emocional, que sepas que también me apetece mucho ver contigo blancanieves y que veas como lloro cuando se muere y como bailo de alegría cuando resucita
--¿sí?, pero si ya no te gusta ver blancanieves, es de pequeños
--ya, pero te gusta a ti, y si es por eso...
--MUY, PERO QUE MUY BIEN !!!!
--jeje, ¿lo he hecho bien?
--perfecto, has visto que me iba a preocupar y has actuado en consecuencia, eso es la empatía, chaval
--¿pero eso no era lo del zombi ese, lo de dudar o no si le disparas?
--no, has visto a tu viejo preocupao y le has dejado tranquilo, eso es la empatía
--¿y lo del zombi ese entonces, hay que dudar?
--que no, que a ese ráfaga corta en la cabeza siempre, que lo que has hecho muy bien es hacer algo que no te costaba nada para que otro se sienta mejor
--... bueno, ver blancanieves otra vez sí que me cuesta un poco, es que ya...
--eso ya es la letra pequeña del momento empático, el caso es que muy bien, estoy muy contento
--estoo... ¿pero vamos a ver blancanieves?, ¿ahora?
--jeje, que no, tranquilo campeón
--uff, qué alivio
--ya te digo

martes, 13 de enero de 2015

Hijos de la axarquía


Recientemente, un compañero de trabajo que conoce mi excelente gusto sobre el tema de qué ver, me pidió mi humilde opinión precisamente sobre eso, mi respuesta fue: “pues yo ahora estoy viendo una serie de una banda de motorilos”, lo dije con una expresión tan sincera que por lo visto desperté su curiosidad y su ansia de saber más, como paso previo al proceso de copia, o más bien diría yo, de localización y descarga.

Música
A pesar de mi bagaje musical, no soy capaz de reconocer ni un 2% de las canciones o intérpretes que suenan, así que he investigado sobre ello y he aquí el resultado para el que le interese. Lo realmente importante es saber de antemano que esta serie nos proporciona con generosidad ese “momento videoclip” donde podemos emocionarnos por la comunión audiovisual, o sea, que ponen música que suena muy americana cuando van en moto o cuando se acaba el capítulo, y muestran cuidados planos encadenados en cámara lenta con las distintas situaciones y caretos que se les quedan por causa de los marrones, de complejidad casi shakesperianal, en los que se envueltos los protagonistas y que tienen su origen en el universo macarra-motorilístico californiano que sirve de escenario a esta serie.



Estética
La gente del club viste de negro, el negro pega con todo y es elegante y sufrido a la vez, si usamos como base de nuestra vestimenta ese chaleco del club con las letras bien grandes y negro como la muerte, y lo combinamos quizás con una cadena al cinto en un lado y un cuchillo de caza al otro, podemos estar seguros de no desentonar allá donde vayamos. Hay un hecho incontestable, a través de la ropita que nos ponemos todos intentamos proyectar una imagen de glamour, en este sentido, la estética motorila es solo comparable en estilo y distinción, a la de un recién licenciado de la escuela de oficiales de las SS en uniforme de campaña y subido a un blindado ligero mientras examina su mapa y enciende un cigarrillo ruso con expresión pensativa.



La historia de hamor
El chico protagonista es motorilo y rubio, viste a la moda, y camina por la calle con su chupa del club y el desparpajo y la gracia de Tony Manero, lo que hace que todas las tías quieran ser folladas por él. Sin embargo, cuando procede, en el momento del yacer, le pasa que busca en ellas algún rasgo que le recuerde a la tía que realmente le gusta, así que cuanto más mete, más evidente resulta para él que no está metiendo con la que le gustaría, y claro, el pobre hombre se ve en una situación tan chunga que ya no sabe a quien follarse para conseguir olvidarla y se le viene encima el inevitable vacío existencial porque, aunque hace diez años que no la ve, se acuerda que qué guay era, pero también de que ella es cirujana, gana una pasta y tiene una profesión respetable y él es un motorilo. Sí, es verdad que es el motorilo vicepresidente del club original Sam Crow y un respetado fuera de la ley, pero igual eso no es suficiente para ella, ademas igual hasta es mejor para ella el no mezclarse en asuntos ilegales y peligrosos. Pero por otro lado, la última vez que lo dejaron y ella se buscó un novio se lo tuvo que cargar porque resultó ser un psicópata muy pesado, así que tan malo no es, se consuela con ese pensamiento y con la idea de que ella sabe que él estará siempre disponible si vuelve a necesitar de sus letales habilidades motorilas, aunque ello suponga refrescar de VCD a FullHD la imagen que se proyecta en su cabeza en ese momento para él tan sufrido del holgar con mujeres fermosas pero por motivos puramente amnésicos.

La chica protagonista se fue del pueblo hace diez años y volvió escapando de su novio psicópata, ahora trabaja en el hospital del condado y en cuanto vuelve a ver al motorilo renueva su vestuario con camisetas negras de tirantes. La afinidad química entre ambos es indudable, él cuando la mira ve a su cosita, esa cosita morena y cirujana en la que piensa siempre mientras se tira a otras, ella cuando le mira ve a su pichabrava, y a pesar de su carrera de medicina y su especialidad en cirugía, la entran ganas de ponerse un delantal y rajar la cara de lado a lado a cualquier putón que se acerque a su hombre. Intenta diseccionar el problema con frialdad y precisión, pero es que la chupa del club le queda tan bien... al igual que le pasa a él, muchas veces piensa que es mejor estar juntos por evidentes y húmedos motivos y que el futuro sin él es como una sopa sin sal, para a continuación pensar lo contrario, de tal manera que casi siempre, cuando uno piensa en una solución y toma una decisión, el otro decide justo lo contrario por hacer lo mejor para los dos, entrando en un bucle lógico en apariencia binario y que solo precisa de sincronización para terminar, pero que en el fondo trasciende el tiempo y el espacio por las profundas connotaciones metafísicas que solo tienen las verdaderas historias de hamor.

jueves, 8 de enero de 2015

Concorde

--¿y entonces qué pasó?, ¿en serio que dijo eso?
--sí
--pero supongo que quedaría todo aclarado y que realmente no quiso decir eso
--no
--joder, pero algo harías
--bueno, bajé a la calle y me compré un bocata...
--la verdad, estás desconocido, mira que...
--pues sí, bajé a la calle y me compré un bocata, andaba yo despistao pensando en mis cosas cuando me dije a mi mismo, “mira una puerta, voy a abrirla”, yo con mi bocata, voy, abro la puerta y joder, que era una mezquita, no veas qué corte, yo con mi bocata caliente de beicon con queso envuelto en papel de plata y todo el mundo mirando
--bonita situación...
--sí, además el beicon era del bueno, del ahumado ese que está tan rico y que huele tan bien...
--o sea, que entraste sin darte cuenta en una mezquita, armado con un oloroso bocata beicon
--sí
--...
--y vino un tío con barbas y me llevó casi a empujones hasta la puerta, le expliqué lo que me había pasado y ya el tío cambió de expresión, creo que lo entendió a la primera y...
--¿entendió que te habías equivocado de puerta?
--bueno, entendió que estaba despistao y por qué me había equivocado de puerta, ya después le expliqué que lo sentía y que no era mi intención montar ningún pollo, que lo mismo que no entro en una iglesia con la chorra fuera, tampoco entro en otro espacio religioso con cosas o actitudes que puedan molestar y que...
--¿sabes una cosa?
--tú dirás...
--si esto es un post, que tú sabrás porque tú eres el que tiene los derechos sobre esta historia al ser el protagonista, me parece un gran ejemplo de concordia postal intercultural, sobre todo ahora con lo que está pasando, harías un gran favor a la humanidad si lo publicas
--vale
--...
--...
--y te recomendaría dejar el mensaje más claro y hacerlo de modo sensible, que la gente llore de puro buen rollo a poder ser, dejar en suma un claro e inmortal mensaje de hamor

--vale, esto... por favor, cuidad todos el culo de vuestras mujeres y novias, que no se diga

lunes, 5 de enero de 2015

Belako

Al no ser el inglés mi idioma maternal pocas veces presto atención a lo que dice una canción, llevaba ya un tiempo oyendo esto y me empezaba a preguntar qué le pasaría a la chica esta para cantar de forma tan desgarrada y elegante, con la ayuda del traductor de gúgel lo he descubierto y me da que tiene que ser un encanto de punkita para cantar así.

Es mi asnal regalo de reyes, this song, good rollo for all