Listado de anchoas
Quisiera escribir sobre los hechos acontecidos mientras todavía están frescos en mi memoria y no alterados por el tiempo u otras experiencias. Escribiré sobre algo que me pasó a mi hace muy poco, que me ocurrió realmente, y que debe interpretarse exactamente tal cual me dispongo a narrar en toda su crudeza. Aviso que a partir de aquí, lo mejor es que dejéis de leer si sois personas fácilmente impresionables, yo me limito a exponer lo que sucedió y que cada uno saque sus propias conclusiones.
Repito que es algo real, insisto en ello, lo pongo en negrita más abajo para dejarlo claro
El caso es que monto en el ascensor y entra una pareja, mis vecinos de arriba, yo saludo amablemente, ellos me responden, yo miro hacia ese lugar indefinido al que se mira en un ascensor cuando no te apetece establecer comunicación ni verbal ni de otro tipo, entonces va la tía, y con una voz sorprendentemente dulce para la cara que tiene, va y le dice a su pareja estas acojonantes y misteriosas palabras literales:
--lo que hay que hacer es pedir un listado de anchoas a ver cuantas salen, y también uno de atún
Y así fue como me enteré que, por absurdo que parezca, es muy posible que exista la expresión “listado de anchoas”, dejemos el tema atún a un lado pero un “listado de anchoas” es algo que dispara mi imaginación, columnas y más columnas de datos sobre las anchoas, nº de identificación, origen, datos anchométricos, textura, grado de salinidad de la anchoa, tipo, ¿es anchoa bouquet?, ¿es anchoa de la barata?, ¿es en vinagreta con cebollita?, ¿tiene pelos?, ¿aparte de los datos anteriores, constituye una singularidad en si misma cada anchoa del listado?, ¿por qué?... y eso, datos y más datos sobre las putas anchoas hasta formar o conseguir, lo que se puede llamar con toda propiedad, un listado de anchoas.
Repito que es algo real, insisto en ello, lo pongo en negrita más abajo para dejarlo claro
El caso es que monto en el ascensor y entra una pareja, mis vecinos de arriba, yo saludo amablemente, ellos me responden, yo miro hacia ese lugar indefinido al que se mira en un ascensor cuando no te apetece establecer comunicación ni verbal ni de otro tipo, entonces va la tía, y con una voz sorprendentemente dulce para la cara que tiene, va y le dice a su pareja estas acojonantes y misteriosas palabras literales:
--lo que hay que hacer es pedir un listado de anchoas a ver cuantas salen, y también uno de atún
Y así fue como me enteré que, por absurdo que parezca, es muy posible que exista la expresión “listado de anchoas”, dejemos el tema atún a un lado pero un “listado de anchoas” es algo que dispara mi imaginación, columnas y más columnas de datos sobre las anchoas, nº de identificación, origen, datos anchométricos, textura, grado de salinidad de la anchoa, tipo, ¿es anchoa bouquet?, ¿es anchoa de la barata?, ¿es en vinagreta con cebollita?, ¿tiene pelos?, ¿aparte de los datos anteriores, constituye una singularidad en si misma cada anchoa del listado?, ¿por qué?... y eso, datos y más datos sobre las putas anchoas hasta formar o conseguir, lo que se puede llamar con toda propiedad, un listado de anchoas.
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